lunes, 23 de abril de 2012

¿Qué es consumir de forma responsable?

Consumir de forma responsable se erige como una de las herramientas más importantes para el cambio social. La gran parte de la acomodada sociedad en la que vivimos y en la que me incluyo compra en grandes almacenes donde todo está al alcance de la mano. Sin embargo, la mayoría de los productos comercializados en estos monstruosos supermercados no son producidos bajo criterios de sostenibilidad y responsabilidad. Además, en estos establecimientos tipo Mercadona muchos de los productos no cuentan con la suficiente información social y ambiental, por lo que, frecuentemente, compramos sin saber qué estamos comprando.



El consumo responsable implica consumir productos cuya realización no dañen el medio ambiente y respeten los derechos de los trabajadores. Todo un reto para las grandes multinacionacionales en las que compramos nuestra comida cada día o a las que acudimos con demasiada frecuencia para comprar ropa nueva, muebles o cosméticos, entre otros múltiples accesorios cuya necesidad es discutible.

El consumo responsable va unido a un consumo saludable. Por ejemplo, siempre será más recomendable adquirir productos libres de transgénicos que productos modificados genéticamente. Para ello, es muy recomendable la agricultura ecológica, la ganadería ecológica o el consumo de productos procedentes de comercio justo o solidario.

Por definición, las grandes empresas suelen obviar todo esto, por lo que debemos acudir a pequeñas empresas locales donde el número de intermediarios es menor. De esta forma, los más beneficiados serán el consumidor y el productor. 

Eso sí, debemos estar dispuestos a pagar un poco más de lo que estamos acostumbrados, teniendo en cuenta que en múltiples ocasiones lo que compramos tiene un precio más reducido porque ha sido fabricado bajo explotación laboral. Este es el caso, por ejemplo, de la ropa que comercializan el grupo Inditex, El Corte Inglés o Cortefiel, empresas acusadas de explotación infantil. En el caso de la ropa, también es recomendable comprarla a trabajadores artesanos, en tiendas de comercio justo o en tiendas de segunda mano.

Puede que al principio sea un poco complicado llevar a cabo prácticas como esta para consumir de forma responsable debido a que este tipo de productos son menos accesibles, pero cada vez hay más iniciativas que lo promueven. Todos podemos contribuir al cambio social variando nuestros hábitos de consumo. Estos hábitos también contemplan el ahorro energético contra el despilfarro de recursos. Profundizaremos en estos temas más adelante. 

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