martes, 12 de junio de 2012

El miedo como arma de destrucción masiva

Conciencias a precio de saldo, temores infundados… Como escribía Galeano, el miedo convierte la injusticia en fatalidad del destino. Y en eso estamos. Es ese miedo creado por los amos del mundo el que mueve nuestros pasos. El miedo a no encontrar empleo, el miedo a no poder seguir el ritmo de vida de este falso e hipócrita “Estado del Bienestar”, el miedo a no tener para consumir y comprar todas y cada una de las superficiales excentricidades que creemos necesitar, el miedo a que lleguen los indeseables inmigrantes y nos quiten el trabajo y el dinero. Ese mismo miedo hace que el fin justifique los medios, una consigna muy bien aprendida por los señores del imperio capitalista, que alimentan nuestro miedo para cometer crímenes impunemente en aras de sus intereses, de sus bolsillos y de su poder.

Esta estrategia de control masivo ha existido en todas las sociedades desde el origen del hombre. No obstante, ahora asistimos al clímax del espectáculo del todo vale. Ese clímax se desencadenó, fundamentalmente, hace case 11 años, el 11 de septiembre de 2011, con el “atentado” terrorista a las Torres Gemelas. He aquí otro curioso concepto: terrorista. Y yo me pregunto, ¿qué es el terrorismo? ¿Quiénes son los terroristas? Se podría decir que lo que conocemos como terrorismo no es más que una consecuencia de nuestra conducta capitalista. Mientras que en muchas ocasiones calificamos de terroristas a los que impiden el avance del sistema de economía de mercado, los gobiernos, marionetas del poder financiero y mercantil, siguen las líneas marcadas por sus titiriteros e invaden países y fabrican guerras para aumentar su poder. Y lo hacen con nuestro consentimiento.

La egoísta sociedad actual es fácilmente manejable por unos pocos desalmados y por unos medios de comunicación mercantiles y manipulados. Todo ello, junto que la mejor arma de manipulación masiva – el miedo – nos convierte en dóciles borregos que, aún siendo conscientes de ello, siguen permitiendo y perpetuando los crímenes del poder financiero, el verdadero terrorismo. 

2 comentarios:

  1. "La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir." La buena memoria recuerda muchas cosas que nos enseñan importantes lecciones. Lecciones que no deben ser silenciadas por el miedo a decir.
    En esas estamos.
    Qué texto tan bueno Isabel.

    Saludos.

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  2. Gracias por la acertada aportación, Mikel. No dejemos que el miedo a decir nos lleve a la amnesia colectiva.

    Un saludo.

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