miércoles, 16 de mayo de 2012

Alternativas sociales al sistema económico capitalista

La creatividad y la indignación en tiempos de crisis han impulsado y reforzado formas de consumo alternativas que ya existían. Si algo bueno tiene la pésima situación económica que sacude el país es que da alas a la creatividad. Cuanto más complicada se antoja la supervivencia en un sistema injusto, más imaginación hay que echarle al asunto.

Esta es una pequeña lista de alternativas al sistema económico y monetario motivado por un capitalismo feroz en el que el ser humano pasa a un segundo plano, colocándose detrás del beneficio económico. Más adelante profundizaremos en cada una de ellas y hablaremos de más iniciativas de este tipo que tanta falta hacen.

Bancos de tiempo:

Esta iniciativa fomenta el intercambio de favores y la única forma de pago es el tiempo. Todo el que quiera puede participar en una comunidad de personas que comparten sus habilidades e intercambian servicios con los demás, fortaleciendo la cooperación y la colaboración mutua. Así, la unidad de intercambio no es el dinero, sino el tiempo, por ejemplo, el trabajo por hora. Seguro que en tú ciudad existen bancos de tiempo a los que puedes apuntarte.

Trueque:

Esta actividad es parecida a los bancos de tiempo y consiste en el intercambio de objetos y servicios por otros objetos y servicios sin utilizar el dinero en el proceso. Es muy útil cuando nos encontramos con cosas que no necesitamos o que ya no utilizamos, ya que puede que les hagan falta a otra persona. El trueque se realizaba en los antiguos mercados antes de que existiera el dinero, ¿por qué no recuperarlo?

Moneda social:

Esta iniciativa funciona como dinero comunitario para comprar bienes y servicios sin necesidad de utilizar el dinero. Con ella, las personas generan beneficios a la comunidad, fortaleciendo una economía comunitaria y local, así como redes de comunicación, interacción y relación entre personas conscientes del mundo en el que viven y con un interés común: contribuir en el menor grado posible al sistema de economía de mercado. La moneda social apoya el autoempleo, ya que pueden surgir oportunidades laborales, así como el comercio local, pues implica un enriquecimiento del entorno social más cercano. Además, no hay intereses ni crédito, éste es gratuito y se fundamenta en las denominadas “5 erres”: reducir, reutilizar, reciclar, respetar y repensar. Este tipo de monedas ya funcionan en diversas ciudades, como por ejemplo la moneda social Eco en Cataluña, Puma en Sevilla o el Zoquito en Jerez de la Frontera (Cádiz). 





Un antecedente de estas monedas sociales lo encontramos en la iniciativa Brixton Pound.





Estas iniciativas se ponen en práctica en mercados sociales en los que el consumidor también es proveedor. Estos mercados fomentan las relaciones sociales y la igualdad entre las personas, independientemente de sus recursos económicos. Además, gracias a Internet es mucho más sencillo encontrar comunidades que las practiquen.
Todas ellas guardan relación con movimientos alternativos y críticos con la economía de mercado, como el Decrecimiento, del que hablaremos más adelante. También recuerdan al denominado Procomún, que implica la protección y la adecuada gestión de una serie de bienes comunales que pertenecen a todos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario